Lo cierto es que, ahora que se acercan las elecciones, empezamos a ver cómo proliferan los diferentes perfiles de políticos en las redes sociales. La mayoría de ellos aún no han entendido de qué va esto de internet, ni de la comunicación, ni del 2.0.
Está muy bien que todos se sumen a la última moda y difundan en todas partes que tienen página en Facebook y perfil en Twitter pero… ¿son ellos quiénes gestionan su propia marca en la red? ¿son ellos los que escriben y contestan a los mensajes? La respuesta es que, en la mayoría de los casos, NO.
Para empezar prácticamente ninguno quiere darse cuenta de qué ocurre con su propia marca personal, o no ven o no quieren oir y cuando lo hacen resulta que son sus asesores los que lo están gestionando su reputación online. Pero ¿qué pasa si un día me envías un mensaje en Facebook para que me haga fan de tu nueva FAN PAGE y cuando te contesto ni siquiera respondes? Pues pasa que se percibe la inutilidad de la herramienta o mejor dicho de la acción. Se percibe que lo único que estás buscando es un número para añadir, en el mejor de los casos, en tu próxima nota de prensa patrocinada. Y pasa que tu reputación también varía cuando, en la intimidad de una conversación online, se produce el silencio. Así no vamos bien.
No vamos bien si seguimos colocando una barrera entre lo que llamáis «vida real» e «internet». Internet = Vida real. Ya no hay diferencias porque lo que hacemos en la vida tiene repercusión en la red y lo que hacemos en la red puede tenerlo en la vida. No hemos aprendido, todavía, que cuando eres político es tu propia marca la que debes gestionar y da igual que hoy seas alcalde, concejal o candidato, sólo tú debes manejar la red, tu red, porque es tu propia vida. Sería como dejar que fuera al congreso una persona distinta a ti pero con una careta tuya.
Seguramente el problema es que la política está contaminada de mucho «vende humo». Políticos que, al llegar a la red, se dan cuenta que pueden meter la pata hasta el fondo y prefieren no meter más que la primera uñita para no salir perjudicados.
Si en «la vida real» se pilla antes a un «mentiroso» que a un «cojo», en «internet», se pilla antes a un «vende humo» que a un «manco».
El mundo ha cambiado y no estamos muy lejos ni a mucho tiempo de empezar a ver cómo surgen nuevos líderes. Líderes que nacen en internet y ganan las elecciones sin pasar por el protocolo y complicado sistema de los grandes partidos políticos donde la democracia no empieza hasta que no alcanzas el poder.
Ya lo hemos visto en el mundo de la música. Las discográficas en jaque en beneficio de grupos independientes que asaltaron las leyes de las grandes compañías ofreciendo al usuario lo que realmente quería y no al revés.
Un comentario
Muy interesante tu artículo.
Los políticos en España no han entendido la fuerza de internet, y la mayoría son bastante ineptos en el uso de nuevas tecnologías (entre otras cosas). Hace 4 o 5 años hice un trabajo en la Uni sobre el uso y la influencia de las redes sociales e internet en las campañas electorales de Estados Unidos. Han pasado 5 años y en España estamos a años luz con una la clase política arcaica y atrasada, anquilosada en los viejos métodos de campaña y dando la espalda a internet, usándolo de forma forzada, sin convicción.
Lo «bueno» por otro lado es que al no tener control ni dedicar el suficiente esfuerzo a Internet y las redes sociales, les va a acabar estallando en la cara, ya que la gente joven está varios pasos por delante. La información en internet llega muchísimo más rápido, las masas se movilizan mejor y surgen movimientos como NolesVotes que quizá ahora no, pero dentro de nada tendrán efectos inesperados en la política española.
Gracias al dinamismo de internet y a la cantidad de fuentes fuera de los medios mainstream, cada vez es más difícil para los políticos tapar casos de corrupción, enchufe e ineptitud política.
Lo único que temo es que tendrá que pasar una generación para que sea determinante, hay una gran mayoría de la generación de nuestros padres y abuelos que no se han adaptado a la revolución tecnológica, y más le vale al gobierno que así siga, porque se les va a acabar el chollo.
Aún así, soy optimista, internet nos ha dado la fuerza para derrocar gobiernos y cambiar el status quo de las cosas. Yes we can.
Un saludo